Soledad

Creí conocerla,
incluso sentí que me agradaba...
Solíamos pasar un par de horas juntas
y después de algún tiempo sin verla
la buscaba impaciente
para poder encontrarme.

Pero de pronto todo se ha salido de control
se ha apoderado de mi vida,
me persigue a todas partes
y por más que intento esconderme,
siempre sabe donde encontrarme.

Pensé que podría acostumbrarme a ella,
no tenía por qué ser tan malo,
si al final de cuentas antes disfrutaba su presencia...
Pero su mirada fría me congela
y su silencio se apodera de mis sueños

He intentado ignorarla,
pretender que no la veo,
que no siento su paso por mi alma
mientras retoza en el baúl de recuerdos e ilusiones
poniendo peros y por qués
a todo lo que encuentra a su paso...

También intenté engañarla
con disfraces y antifaces de colores
que la harían confundirme entre la gente.
Sustituirla tampoco funcionó,
porque a ninguno le interesa
pelear por el lugar del que se ha apoderado.

Como último recurso sé que tengo que enfrentarla.
Le pediré que se vaya de mi lado,
que me permita volver a sonreír..
Le aseguraré que como antes
vendré a buscarla en ocasiones
para disfrutar de algún momento juntas...
Esperando que satisfecha
decida devolverme las llaves de mi alma.